Día Mundial del Medio Ambiente y el Día de la Planta

De pie, en primera fila: Miguel Rodriguez (de saco blanco), s/identificar, Enrique Cornejo Kosler (tapado con una sarita), David Tejada, s/i, Jacobo Hurwitz, s/i y Francisco Yarqlequé. Detrás, entre Cornejo y Yarleque, Manuel Pedraza. Al fondo, el estandarte del Sindicato Textil Vitarte y el de la Federación de Conductores y Motoristas.
Abajo, Pedro Barrios, Alberto Benites, el retrato de Haya y Fernando Borjas (en baston). Sentados: Oscar Manuel Medina, Lorenzo Bartra, Enrique Reyes, Manuel Seoane, Oscar Herrera (Nuevo Rector de la UPGP), José Carlos Mariategui y Luis Bustamante.

Cada 5 de junio, desde 1973, celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente, pero mucho antes la generación de la Reforma Universitaria celebraba el Día de la Planta. Y eso refiere simbólicamente la lucha por preservar y cultivar con mayor preocupación los recursos naturales, además de sensibilizar en el discurso y la practica a todos los actores industriales. Hoy se aprovecha antojadizamente el discurso ambientalista como vía de reciclaje de algunos comunistas trasnochados.

Por nuestra cuenta consideramos importante subrayar los antecedentes del movimiento ambientalista en estas latitudes del globo. La Universidad Popular González Prada, dentro sus hábitos pedagógicos tenía mucho apego al respeto por la naturaleza y desde 1922, bajo la dirección de Víctor Raúl Haya de la Torre, establecen la celebración del Día de la Planta.

La imagen responde a la celebración del Día de la Planta en enero de 1924 en el Local de la UPGP en Vitarte, -meses después que deportaran a Víctor Raúl Haya de la Torre, Presidente de la FEP y Rector de la UPGP-, organizada por Estudiantes, Obreros Textiles y  Conductores Motoristas junto al cuadro de Haya de la Torre en señal de solidaridad y protesta por el injusto trato.

Cerca de 5000 trabajadores (Murillo; 1976) congregaba la fiesta en torno a campeonatos deportivos, discurso culturales, académicos y de todo tipo, bandas de música y en general el Día de la es el prefacio  de nuestra herencia y conciencia ambiental, que no se limita a repetir formas de violencia, sino de construir y convocar capitales para el desarrollo, si solo si, con responsabilidad social y ambiental.